La falta de decisión hace que un fallo de una corte menor que estableció que al decretar las órdenes el presidente se excedió en sus poderes, quede firme.
La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos votó dividida sobre la orden ejecutiva del presidente Barack Obama sobre inmigración, y se negó a revivir el plan de proteger de la deportación a millones de indocumentados.
La decisión representa un duro golpe para losinmigrantes que además hubieran podido obtener permisos de trabajo en Estados Unidos y para el gobierno de Obama.
La falta de decisión hace que un fallo de una corte menor que estableció que al decretar las órdenes el presidente se excedió en sus poderes, quede firme.
Las órdenes ejecutivas en cuestión son la Acción diferida para padres de ciudadanos estadounidenses (DAPA) y la extensión de dos años a tres años de la Acción Diferida para los llegados en la infancia (DACA extendido).
La Corte votó siguiendo las líneas liberales y conservadoras de sus jueces, que tras la muerte del magistrado Antonin Scalia, han quedado equilibradas, con cuatro jueces liberales y cuatro conservadores.